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Las Smart Cities deberían construirse paralelamente con el desarrollo de Smart Citizens. ¿Pero qué es un ciudadano inteligente?

Encontramos dos formas de enfocar al concepto de “Smart Citizen”:

1. Una forma de enfocar al ciudadano inteligente, es la que entiende que los ciudadanos de hoy día demandan procesos participativos. Pero para participar, el ciudadano necesita datos e información. Así, conectando datos, ciudadanos y conocimiento, mejoramos la gobernabilidad y la gestión publica, al empoderar a quienes deben ser gestionados, obteniendo en el proceso personas responsables de sus actos, orgullosos de sus logros comunitarios, esperanzados en un futuro común.

Aquí cabría preguntarse: si las Smart Cities necesitan implementar mejoras tecnológicas de gobierno electrónico, ¿los ciudadanos inteligentes también necesitan aumentar sus competencias digitales?

Si son necesarias para permitir que todas las personas participen en la ciudad interconectada, ¿qué competencias se requieren para mantenerse al día en temas como comunicación digital del transporte, los sistemas de energía en tiempo real, los servicios urbanos y el comercio en línea?

En cada país habrá zonas con mayor o menor progresión en la oferta de formación competencial digital, por lo que habrá que alinearlas con los objetivos de inteligencia de la ciudad, como ya hacen en Alemania.

2. Otra forma de enfocarlo trabaja con los ciudadanos como actores que ayudan a la inteligencia colectiva del sistema. En este sentido, la gerencia social debe comprender la relación entre las personas, el medio ambiente y la tecnología a través del despliegue de sensores en el mundo real. La “tecnología cívica” ayuda en este sentido aportando tecnología que es desarrollada y utilizada por los miembros de la ciudadanía, por ejemplo, con sensores para medir partículas finas.

Algunas ciudades ya lanzan iniciativas de detección colectiva de datos útiles para la gobernabilidad y gestion publica en su vecindario.

Así, el ciudadano inteligente (Smart Citizen) puede monitorizar la gestión medioambiental de su propia zona local con hardware específico, y a su vez, servir como fuente de información para crear mapas locales de ruido y calidad del aire, o para crear conciencia y encontrar soluciones para problemas que importan a su comunidad.

Esos datos serán fundamentales para informar a los administradores de la gerencia pública en todos los niveles (desde los más prácticos o mundanos, a los más estratégicos).

En la actualidad, se suceden los congresos y foros en los que está presente esta idea, como por ejemplo:

• – Congreso BICSI Andino. Bogotá, Colombia. 16 y 17 de mayo de 2018
• – Smart Citizen for Smart Citizens. Valencia, España, 7 y 8 de Junio de 2018.
• – Smart Cities Business. Medellín, Colombia. 8 y el 12 de agosto de 2018.
• – Mobile World Congress Americas 2018. Los Ángeles, EEUU, del 12 al 14 de septiembre de 2018.
• – Open Cities Summit 2018. Barracas, Argentina. 24 de Septiembre de 2018.
• – Smart City Expo. Barcelona, España, 13-15 Noviembre de 2018.

La especializacion en gobierno y gerencia pública de ayuntamientos y entidades administrativas debe encaminarse a desarrollar herramientas que ayuden a la acción ciudadana, con metodologías para la participación y co-creación de la comunidad.

Pero lo importante en una administración pública inteligente de una Smart City no serán tanto las herramientas, que también tienen gran relevancia, sino saber para qué usarlas. Y en esa gerencia estratégica, los gestores públicos deberán hacer un ejercicio de innovación y planteamiento de futuro de cuáles son los objetivos a priorizar, desde los más realistas a los más deseables, y personalizar ese plan para su ciudad, su realidad y sus gentes. Porque una ciudad inteligente debe ser la que sus ciudadanos disfruten con inteligencia, valga la redundancia.

Por tanto, los gestores públicos deben dotarse de formación especializada en Gobierno Electrónico, transparencia y gobierno abierto, que ayude al alumno a entender cómo transformar su ciudad en una ciudad inteligente o smart city, facilitando a las comunidades a entender mejor su entorno a través de la gestión de los datos, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de su Comunidad.