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6 September 2019

A veces es necesario decir “NO”

En el mundo de los negocios es importante saber decir “no” y aunque parezca absoluto, declinar una propuesta no siempre tiene que ser definitivo.

A veces es necesario decir “NO”

En el mundo de los negocios es importante saber decir “no” y aunque parezca absoluto, declinar una propuesta no siempre tiene que ser definitivo. No hay nada que conduzca más de prisa hacia la ruina de un presupuesto que decir que sí a todo, sin siquiera analizarlo con cabeza fría. Cada sí que no retribuye el tiempo invertido, los recursos y el dinero, retrasa tu empresa.

Desde luego, rechazar un proyecto es muy difícil y la oportunidad nos fuerza a ser más dispuestos. En tu mente puede pasar que, si dices que no, las puertas se cerrarán a nuevas oportunidades. Quizás porque se crea una reputación negativa. Sin embargo, una persona que dice que sí a todo ha desarrollado un mal hábito. Un mal negocio es un mal negocio donde quiera que se ponga, indiferentemente de quien venga. Bien sea de tu primer cliente, o del número mil.

Debes sí o sí tener la suficiente autoridad para rechazarlo, de otro modo solo terminarás disminuyendo el valor de tus servicios o productos. Y a pesar de que sea complicado, quienes no aprenden a decir que no están destinados a fracasar. Bien sea por comprometerse a trabajar más de lo que se puede, por gastar de más o por devaluación.

¿Cómo puedo decir que no?

  1.   Conociendo al cliente ideal

Eres tú quien conoce mejor lo que puedes hacer y lo que se puede ofrecer. Tú sabes más sobre la necesidad del cliente que ellos mismos. Por eso, puedes decir que no a algunos de sus intereses que sabes que no conviene ni a ti ni a ellos. Incluso, es válido ignorar mucho de lo que te digan. La clave está en darles lo que necesitan sin preguntarles qué es lo que quieren.

  1.   Priorizando

Hay ocasiones donde el trabajo abruma y no hay tiempo para más. Trabaja con base a tus prioridades dedicando el tiempo a completarlas todas y a tiempo. En estas ocasiones uno debe exigirse a decir que no a los demás. Simplemente no estás disponible. Estás ocupado. Decir que sí, a pesar de tener otras prioridades, solo para no desperdiciar una oportunidad fuerza la vara y pone en juego la reputación de tu empresa.

  1.   Siendo un líder

El líder y manager de una empresa debe tener la suficiente confianza y respaldo de la compañía como para estar en desacuerdo con algo. Un líder seguro de sí mismo es capaz de debatir y determinar qué es lo mejor para el negocio. Es lo que diferencia a una compañía buena de una excelente.

Un NO puede abrir más puertas que un sí

Siempre percibimos la afirmación como la respuesta para acceder a nuevas oportunidades y no siempre es así. Una decisión incorrecta, dar un “sí” solo para tratar de quedar bien, en ocasiones resulta fatal. Más para nuevos emprendedores, que buscan expandirse, sin saber qué no deben explorar o qué los pondrá en una situación comprometedora.

Una de las razones más grandes por las cuales un “no”, tanto en la vida, pero especialmente en los negocios, es tan difícil, es por la creencia de que, si lo dices, de algún modo causarás molestias o incomodidad. La percepción de que un no traerá descontento es la resistencia más significativa que encontramos.

No obstante, es imposible llevar adelante una empresa si no somos capaces de declinar ofertas, un funcionamiento, planes, entre otros. La mejor manera de combatir este inconveniente es conocer bien los valores de la compañía y tener siempre presente sus objetivos. Al fin y al cabo, si existe algún descontento, pero mantiene la estabilidad y reputación de la empresa, entonces estás actuando por un bien mucho mayor.

Un “no” oportuno y rotundo puede abrir las puertas de par en par a una oportunidad mucho más grande en el futuro.

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